Vida en Equilibrio

Mente sana en cuerpo sano” es una cita de los poemas satíricos escrita por el italiano Décimo Junio Juvenal en el siglo I a.C.

La frase original en latín es: ‘Orandum est ut sit mens sāna in corpore sānō’ , que se traduce como "oremos por una mente sana en un cuerpo sano" y encuadra dentro del contexto objeto de nuestra reflexión: el cultivo de la mente, el cuerpo y el alma (espíritu) para alcanzar el equilibrio.

"Para que has llegado con tu vida aquí, a la Tierra"? es la pregunta para empezar nuestra reflexión de esta semana. 

Que parte de tu vida alimentas con más atención o cuidado? 
  • Tu cuerpo? Tu mente? Tu espíritu? 
  • Aquella que mas alimentas afecta la sana vivencia y desarrollo de las otras? 
  • O una de ellas debería tener privilegios y ser objeto de mayor atención de tu parte?

Tu felicidad esta asociada a la percepción de bienestar que sientes en tu cuerpo? en tu mente? o en tu espíritu? 

Podremos ser felices con nuestro cuerpo enfermo, pero con nuestra mente y espíritu sanos?

O podremos ser felices con nuestro espíritu lleno de luz, de sabiduría, bondad y amor, pero con nuestro cuerpo menoscabado?  

O podremos ser felices con nuestra mente enferma, pero con nuestro cuerpo sano? Sera que una mente enferma podrá dar cabida a un sano espíritu?

La ultima pregunta en esta jerarquía de nuestra integridad, pareciera no deberíamos de hacerla, puesto que para muchos la respuesta parece obvia: Un espíritu de intranquilidad, de oscuridad, de desasosiego podrá ser base de felicidad? 

Mis respuestas a estas preguntas son fruto de mi experiencia de vida, es mi verdad y no pretendo declararlas como verdad absoluta, pero sí las expongo para enriquecer la perspectiva de vivir la vida.

Parto de las siguientes definiciones:
  • Cuerpo: Es la parte más visible y externa de nuestro ser. Es el vehículo mediante el cual experimentamos el mundo físico. Somos un ser espiritual que vive una experiencia material por intermedio del cuerpo. Nuestro cerebro a través de los sentidos traduce todos los impulsos químicos y eléctricos del mundo físico y genera una reacción en nuestro cuerpo. Dicha reacción es proporcional a la fuerza de las emociones, a nuestro estado emocional. A su vez nuestra emociones están afectadas por nuestras creencias.
  • Mente: Solemos erróneamente identificar nuestra mente como nuestro "Yo", que es nuestro espíritu; la mente emerge del cerebro, no es material pero esta unida al cuerpo, tiene filtros y los usa para procesar y codificar la información que recibimos día a día. En consecuencia nuestra realidad es una proyección mental de lo que esperamos o deseamos encontrar. Los pensamientos son creación de la mente. El pensamiento esta asociado al aprendizaje. Aprendemos a través de los sentidos, cuando nos emocionamos, cuando erramos. Este aprendizaje moldea nuestro comportamiento. Al pensar desarrollamos nuestra consciencia, pero consciencia no es mente.
  • Espíritu: Es la "gracia" que Dios (Ser Superior) da al hombre para ser consciente de su existencia divina; es el alma o esencia individual mediante la cual nos unimos a Dios en su Espíritu Santo, esencia Universal. De no contar con el auxilio del Espíritu Santo, nuestro espíritu humano (alma) sería incapaz de familiarizarse con la Divinidad. El espíritu es inmaterial, es la parte intangible de nuestra vida que nos conecta con algo más grande llamado Dios. Los griegos consideraban el pneûma o espíritu como el principio o soplo vital que anima el cuerpo

Como somos un ser integral, debemos procurar alimentar cada una de las partes de nuestro ser. No por igual, porque precisamente para llegar a un equilibrio debemos aprender a reconocer nuestro desbalance. 

Para algunos, la lucha con el cuerpo es grande, controlar nuestros deseos e instintos se convierte en algo casi imposible de lograr. 
Para otros, la abstinencia, el sacrificio material, el deporte, la determinación, etc. es tarea fácil, sin embargo para estos controlar la "loca de la casa" (nuestra mente, nuestros pensamientos que no paran) puede ser el principal obstáculo y momentos de paz, contacto y contemplación de la naturaleza pueden ser el alimento que necesitan.
Para otros, el tener vacíos en su propósito de vida, el no hallarse, el no sentirse realizados, el no poder amar y el no poder agradecer la vida que les fue dada porque no hallan que agradecer, puede ser el principal obstáculo. La oración, la meditación, el servir a otros, el dar, puede ser su principal alimento.

No te compares, somos diferentes; necesitamos alimentos diferentes. Pídele al Espíritu Santo que guie tu alma y la llene de luz y sabiduría para con fuerza y animo emprender el camino en busca del equilibrio. 
La fuerza del cambio se llama actitud y esta también puede ser una gracia que debemos pedir y cultivar.
Llegaste a la vida para ser feliz; un día sin buscarla es un día que se pierde. Ser feliz no es tener una vida sin problemas. La actitud de reconocer en las dificultades las oportunidades para evolucionar, es el camino a la felicidad. 

" En la vida cuando se pierde el techo, se ganan las estrellas; cuando se pierde lo que no se quiere, se conquista lo que nunca imaginaste"




Comentarios

  1. Nada mejor que encontrar el equilibrio cuerpo, mente y espíritu. Sólo así podremos empezar a sentir lo que puede ser conocido como plenitud. Algunas personas lo confunden con éxito, pero la plenitud va mucho más allá, pues involucra las tres dimensiones, el éxito pareciera ser solo mental o corporal.

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  2. Gracias por tu lectura y comentario. La plenitud solo es posible en equilibrio,

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